Hola, mi nombre es Hugo Cuevas-Mohr
y este es un nuevo blog en la serie
La poesía en la vida diaria.
En este nuevo episodio de la
poesía, en la vida diaria que he llamado
los poetas en la vía pública,
mejor debería llamarlo
los poetas en la vida pública.
Quiero hablarles de los homenajes que
ciudades y pueblos hacen a sus poetas
en sus calles, en sus parques,
o sea, las estatuas, los bustos,
los monumentos que escultores hacen,
que promotores culturales proponen
y que políticos o servidores públicos deciden realizar.
A veces hay acuerdo en quién y cómo homenajear.
Hay casos en que se vuelve una controversia.
Hay casos donde hay votación,
tanto la escogencia del poeta como la escogencia de los versos
que se quieren desplegar para la lectura de los pasantes.
Ya verán en este podcast algunos casos muy interesantes
y algunos preocupantes también.
No podré contarles de todos estos homenajes
porque son cientos de parques que tienen un busto escultura de un poeta.
En Latinoamérica, España y el mundo entero.
Pero por favor, usa mi sitio
web o Facebook, o Instagram y Twitter para contarme
algún homenaje de tu ciudad, de tu pueblo, de tu vecindad
y quién sabe, de pronto mis pasos me lleven allí.
Y quién sabe, también de pronto, mis pasos me llevan a encontrarme contigo y.
Y que tú me lleves a ese
parque donde está ese poeta.
Veré si sí terminamos haciendo un listado en la web para información
general a los amantes de los parques, de los caminos, de la poesía.
Casi todos estos homenajes que voy te comento aquí
he tenido el gusto de visitarlos personalmente en las caminatas que hago,
donde he tenido la oportunidad de viajar,
las cuales he tratado de planear de antemano,
sobre todo para que mis paseos me lleven a encontrarme con este
poeta y ojalá con sus versos.
Busco en estos
encuentros mirar en mi móvil quién es el poeta
si no le conozco, si le conozco,
leer algo más de su vida, leer dos o tres poemas que me acerquen
a conocerle más íntimamente
y acercarme a su obra.
Algunas estatuas a su gusto son de una belleza estética
que me obliga a saber quién fue su escultor.
Ese artista que con su arte
quiso también encontrarse con el poeta.
¿Y yo pienso que no es fácil para estos escultores,
porque qué tan creativo puede ser? ¿No?
Comencemos por mi poeta familiar,
mi tío bisabuelo Isaías Gamboa,
Isaías, la ciudad de Cali, Colombia,
le dedicó un pequeño parque triangular entre los barrios fundacionales
de la ciudad San Antonio y El Peñón, donde crecieron casi todos los Gamboa.
En el
parquecito que tiene solo una pequeña parte plana.
Arriba está el busto de Isaías, sobre un pedestal frente al cual hay una musa.
Quizás ese amor que dejó en Chile antes de intentar
regresar a morir en su tierra en 1904.
Intentar porque fue bajado del vapor que le traía
en el puerto de Callao, en Perú,
donde su alma dejó su cuerpo enfermo.
Sus restos llegaron diez años después a su ciudad,
que le hizo una multitudinaria recepción
y sus restos se encuentran en la capilla de San
Antonio.
Allí, en este
parque, está Isaías mirando inspirado el horizonte,
agradeciendo a los habitantes del barrio que cuidan de los árboles de las plantas,
de las bancas que adornan el parque y recogen a los viejos
cansados, a los nuevos amantes que se juran amor eterno,
a las señoras que
comentan con con las vecinas
y los sucesos del barrio
en la voz de Mauricio Gómez
del grupo musicalizando el poema funeral de Isaías.
En hondo silencio
los cuatro embozados
a la última triste morada,
llevaron al muerto
con picas y palas
cavaron el suelo y abrieron la fosa.
El cuerpo colocaron
dentro
y concluido
el entierro al hombro las picas
se alejaron
en hondo silencio,
no muy lejos, en el centro y al lado del río
Cali, frente a la iglesia de la Ermita.
La ciudad le hizo otro menaje a sus poetas y en esta plaza están sentados
Octavio Gamboa, Sobrino, Isaías, Jorge Isaacs, Carlos
Villafañe, Ricardo Nieto y Antonio Llanos.
Al otro lado del río, en otro parque, está
la estatua de Jorge Isaacs y a sus pies
está la María y su Efraín,
dos amantes, expresándose igualmente su amor eterno
en Bogotá y homenajes
como la estatua del poeta colombiano Julio Flores
es este en el barrio de Chapinero,
en un llamado Parque Los Hippies, y está también
la estatua de Rafael Pombo en el barrio de la Soledad.
Siguiendo en Colombia,
les quiero comentar un hecho curioso En la ciudad de Popayán se encuentra
o se encontraba la estatua del poeta escritor Julio Arboleda
y en las manifestaciones populares en contra del Gobierno
de abril y mayo de 2021, la estatua fue tumbada
y llevada al puente del Humilladero, donde
fue arrojada al vacío.
Este poeta fue un militar, fue esclavista,
fue opositor a la abolición
de la esclavitud en Colombia.
Y bueno, le pasó lo mismo que a Edward Claxton.
No sé si conocen la historia de la estatua de
de Circo Houston en Bristol, en el Reino Unido.
Fue derribada en junio del 2020 y ese video fue difundido
ampliamente de la gente robando la estatua y tirándola al mar.
Este también fue
esclavista y se estima que su empresa comercial tráfico a más
de 70.000 africanos y que de ahí derivó su fortuna y la de su familia.
Son los efectos de las justas
reivindicaciones de Black Lives Matter
que comenzaron en Estados Unidos.
Los indígenas de América
están tumbando estatuas de conquistadores españoles en América Latina también
para alegría de unos y y dolor de otros.
Vámonos a Ciudad de México,
al emblemático Bosque de Chapultepec, donde está
el paseo o Calzada de los Poetas.
Este íntimo paseo peatonal es aledaño.
El Lago Menor, en la primera sección del bosque,
donde también está el Museo Antropología.
Espectacular en toda su dimensión.
Allí, entre grandes árboles,
cuidados, jardines, bancas, los troncos de grandes árboles
que ya recostados admiten que los niños los los escalen.
Que allí cada poeta tiene su umbral
al entrar en su espacio.
Puedes ver el pedestal de unos dos metros de altura, donde está el busto del poeta
y a partir de ahí, a su lado, se encuentra
un fragmento de un poema.
Una sola mujer acompaña a los otros
nueve poetas Sor Juana Inés de la Cruz
o Juana Ramírez de Barril,
la poeta que naciera en 1651.
Están junto a Sor Juana Inés, Salvador Díaz Mirón,
Carlos Pellicer,
Joaquín Fernández de Elizalde, Manuel Gutiérrez Nájera,
Manuel José Othón,
don Juan Ruiz de Alarcón, Manuel Acuña
y Ramón López Velarde.
Que todos Ramón López Velarde es a quien más conozco,
ya que en el álbum Poesía necesaria que realizará con la compositor
y cantante cubana Ana María García,
incluimos el poema Fuensanta, que aquí
les dejo unos segundos en San Juan,
donde todas las lágrimas del amor
y sus están secos y oscuros,
las inmensas ganas de llorar.
Yo no sé si estoy triste
por el alma de mis fieles difuntos
o porque nuestros corazones
nunca estarán sobre la tierra juntos.
Hazme llorar y
en uno de los llantos con que yo
escribo esto de mi vida y lo
todo, el poema musicalizado lo pueden oír y además ver el video
que le acompaña en YouTube, en el blog compañero de este podcast de mi sitio web.
Pueden ver las fotos de la Calzada de los poetas, los fragmentos de poemas
y las fotos de todos los homenajes
que en este podcast les comento.
El Bosque Chapultepec.
Está también la Rotonda de las Personas Ilustres, donde yacen más de
110 personalidades mexicanas en diferentes
campos, entre ellos la poesía.
Allí está Ramón López Velarde y Salvador Díaz Mirón, cuyos bustos
están en la calzada y el poeta Amado Nervo
junto a la tumba de Amado Nervo.
Recordé a la
prima de mi
padre, Marta Gamboa, que en paz descanse,
fundadora del Colegio Juan Ramón Jiménez de Bogotá,
que grabamos recitando este poema, que era el favorito de su madre.
Muy cerca de mi ocaso.
Yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajo sin justos ni pena inmerecida,
porque veo el final de mi ruego, camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino.
Cuando sembré rosales, coseché siempre rosas.
Cierto, mis lozanías.
Va a llegar el invierno.
Más Tú no me dijiste que mayo fuese eterno.
Ayer, sin duda, largas las noches de mis penas.
Pero en cambio, tuve otras santamente serenas.
Amé, fui amada y el sol acarició mi faz.
Vida a la medida.
Vida.
Estamos en paz.
De México.
Pasemos a Guatemala, mi tierra natal.
Y allí, en la Avenida de la Reforma, en Ciudad de Guatemala.
Y un homenaje al Premio Nobel, el poeta y escritor Miguel Ángel Asturias.
Una estatua de cuerpo entero o de gran dinamismo
donde el poeta, levantado por sus versos,
parece que tomara impulso para volar
como un quetzal en busca de su libertad.
Crucemos el
Atlántico y vámonos ahora a Madrid y hablemos de los homenajes de la ciudad
a Federico García Lorca, a Miguel Hernández
y a Antonio Machado y a sus cabezas.
Y a Federico le visité
y encontrarme a esta preciosa estatua
que está en la parte baja de la Plaza de Santa Ana,
muy cerca de la Puerta del Sol o de la Plaza Mayor
y en camino hacia el Museo del Prado.
Allí está Federico, compartiendo
plaza con la estatua de Calderón de la Barca, que está allí.
Es de 1880,
porque la estatua de Federico fue hecha en 1986, pero esperó diez años
a que remodelaron la plaza y a aparecer allí
con una alondra en sus manos.
Lista para volar.
Lista para desplegar sus alas y sus versos
a una España que necesita, como todos.
Pero eso sí, poemas.
Esta estatua de cuerpo entero,
de unos dos metros y medio de alto,
está ligeramente inclinada hacia delante
y. Y al estar frente a ella me sobrecogió.
Y claro,
le recité a Federico
como lo van a hacer muchos frente a esta estatua.
Un poema.
Escogí el de Antoñito El Campanario,
porque es un poema que me hizo aprender en el colegio.
Mi profesora Norma de Zúñiga
y La voz de Leonardo Álvarez.
Los versos del poeta
Antonio Torre Díaz,
hijo y nieto de Campofrío.
Con una a de niño, Veréis,
va a Sevilla a verlos todo
moreno desde este lugar
anda despacio y garboso como una
joven de los ojos.
Y yo la mitad del camino por
polígono de Redondo.
Digo, fue
tirando el agua hasta que la puso de ojos
y a la mitad del camino,
bajo las ramas de un olmo.
Guardia Civil Caminera.
Me lo llevo por Locomotor.
Hay un lindo homenaje
a Federico en el barrio de Vallecas.
Hay un monumento que fue realizado
alrededor de esos mismos años 1986.
Este con motivo del 50 aniversario de la muerte del poeta granadino,
en el que participó también el poeta Rafael Alberti.
Allí están, en una especie de laberinto,
unos murales con los dibujos del poeta que vas encontrando
mientras vas hacia el centro,
donde una efigie de Federico te espera
allí.
A Federico le recité
unos versos, pero de la de La casa infiel,
y que yo me la llevé al río creyendo que éramos su ella.
Pero tenía marido.
Fue la noche de
Santiago y casi por compromiso se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos en las últimas esquinas.
Toqué sus pechos dormidos y se me abrieron de pronto,
como ramos de jacintos.
No quiero dejar Madrid sin hablar de Miguel Hernández.
La ciudad le hizo un homenaje en 1985, en el Paseo Ruperto Chapí
del Parque Oeste,
como reivindicación a los poetas víctimas de la guerra Civil.
Recordemos que Miguel Hernández falleció
en 1942 en la prisión de Alicante,
donde Franco lo recluyó por su apoyo a los republicanos.
Este homenaje son unas columnas de mármol
que se encuentran en una esquina
donde está una columna con la silueta de Miguel,
una silueta tomada del dibujo que le hizo Antonio
Buero Vallejo, que fue compañero de presidio de Miguel.
Aquí, en una pared se
encuentran los versos del poema Madrid.
Esta ciudad no se aplaca con fuego.
Este laurel con el rencor no se tala.
Este rosal sin ventura.
Este pliego júbilo exhala.
Al lado del texto
hay sembrado un laurel, un rosal y un espliego,
que es como una clase de lavanda.
A este monumento hay que ir al atardecer.
El sol.
Dejando a Madrid desde allí, tiene un encanto
único.
Lamentablemente,
su homenaje escandalizado continuamente por grupos de ultraderecha
que tumban las columnas o las agreden con pintura.
Les puedo dejar un momento
la voz de Juan Manuel Serrat con el poema Menos tu vientre,
que le recordé a Miguel en este parque,
menos tu vientre.
Todo es confuso,
menos tu vientre.
Todo es futuro, fugaz,
pasado
baldío.
Y tú, tu
menos tu vientre.
Todo es oculto
menos tu vientre.
Todo inseguro,
todo postrero.
Hoy Gossip Girl, tu
y bueno, no se me puede olvidar
hablar de las cabezas de Antonio Machado.
La historia es simpática, ya que comenzó en 1966,
cuando el escultor Pablo Serrano
fundió en bronce la cabeza del poeta
y con unos amigos y entusiastas se la llevaron a Baeza,
el pueblo de Jaén, donde Machado había pasado algunos años de su vida.
Para dirigirla en un homenaje de este pueblo al poeta.
Pero el homenaje no se dio.
El Ayuntamiento no quiso y la cabeza regresó a Madrid,
donde estuvo deambulando de apartamento en apartamento.
En 1981, la cabeza encontró sitio en la Real Academia de Bellas Artes, en Madrid.
Años después, en el
pueblo de Soria, donde Machado fue profesor, el pueblo le hizo un homenaje
y una cabeza adorna hoy
un monumento a Antonio Machado
y Baeza. Xv.
Seis años después se decidió aceptar una de esas cabezas
y por último, en Madrid, en la antigua de esa de la villa,
cerca de la estación del Metro Antonio Machado.
El mismo nombre de la calle que te lleva al monumento donde me encontré
con la cabeza de Antonio Machado, que que conozco Antonio.
Le recordé también uno de sus versos.
Todo pasa y todo queda.
Pero lo nuestro es pasar.
Pasará siendo caminos.
Caminos sobre el amor.
Nunca te seguí la gloria
ni dejaré la memoria de los hombres.
Mi canción.
Yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como blancos de.
Crucemos de nuevo
el Atlántico en la otra dirección y vamos a Cuba.
Ahora
La Habana tiene tal vez uno de los más grandes
homenajes a un poeta, porque aparte de su poesía,
su papel en la independencia de Cuba le da un especial
significar a José Martí.
Y allí, en el barrio del Vedado, en la Plaza de la Revolución,
frente al Ministerio del Interior, donde está una imagen enorme del
Ché Guevara, se erigió una torre
en forma de estrella de cinco puntas,
bien alta, como de 30 metros de alto,
recubierta de un mármol gris
que fue traído de la Isla de la Juventud.
Y allí, frente a la torre,
está Martí, como el pensador de Roma.
Es una estatua de mármol blanco donde el poeta,
sentado sobre un pedestal, pensativo,
te invita a mirarle a los ojos
y recordar su amor a su patria
y recordar sus versos.
Ese hombre sincero donde crece la palma.
Versos que casi todos conocemos porque fueron insertados
bellamente en la canción de Guantanamera,
en la voz de Pablo Milanés,
los versos del poeta
Yo soy un hombre sincero.
De dónde crece la palma
y antes de morirme
quiero echar mis versos del alma.
Ahora
yo vengo de todas partes
y hacia todas partes voy, arte
soy entre las artes y en los montes.
montes soy
Hay otra estatua de Martí en La Habana
y está en el Parque Central,
en el sitio que ocupaba una estatua,
Isabel Segunda de España,
que la de Martí desplazó en 1905.
Y la historia es muy interesante porque
en ese año y
una encuesta a 100 personalidades influyentes del momento en La Habana
para que votaran por el cambio de esa estatua.
Y en la encuesta, Martí ganó por un pequeño margen.
Solo tuvo 16 votos,
pero fue el que más tuvo votos.
El famoso cacique Hatuey,
Colón, Maceo también recibieron votos.
Además, en la encuesta popular que un diario
hizo en la época, Martí ganó ampliamente.
Así que en el Parque Central,
por decisión democrática
y en alto, sobre un pedestal
adornado de varias figuras, abajo,
levanta su mano el poeta,
como declamando uno de sus poemas.
No puedo terminar este podcast
sin hablar de uno de los más lindos homenajes
a un poeta o a una poeta.
En Mar del Plata, en Argentina,
el homenaje a Alfonsina Storni frente al mar,
donde arrojó su
cuerpo cansado para liberar su alma
hasta allí fui y me impactó este encuentro,
este recuerdo del significado
de un poeta, su pueblo.
Y le recomiendo el video que realicé de esta visita, donde cuenta
toda la historia de Alfonsina, de sus últimos momentos, etcétera
y que muchos conocemos
por el poema musicalizado
Una zamba que fue compuesta por el pianista argentino
Ariel Ramírez con versos de Félix Luna,
Alfonsina y El Mar,
que fue publicada por primera vez en un disco de Mercedes Sosa
que se llamaba Mujeres Argentinas, que fue lanzado
en 1969.
De vos, Alfonsina, con tu sol
mejor que poemas nuevos,
fuiste a vos con una voz
antigua de piel y
con requiebro en la
almaY la está llamando
y te vas o se allá, como en sueños,
dormida Alfonsina
vestido con amor.
Este poema, esta canción
ha sido grabado por
preciosas voces y maravillosas realizaciones.
Bueno, se nos quedaron muchos
otros homenajes a poetas que en la vida pública,
en nuestras ciudades, en nuestras calles y en nuestros parques
le recordamos y que seguramente inspiran a otros poetas,
los que tomarán los versos
y seguirán creando poesía, recitando
o cantando poesía.
¡Cuántos poemas
llenan mis ojos
como guías!
¡Cuántas noches de palabras,
de idas y venidas contra días!
¿Cuántas caricias llevo en mi pecho,
en mi frente
y en mi piel?
Cuántas deudas tengo con la vida que te trajo hacia mí
como una concidencia,
la de sal.
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