Discípulos radicalmente comprometidos con Cristo 07/01/24 #1281

Episode 303,   Jan 07, 08:35 PM

Pastora Silvia Cinalli 
01/07/24

Discípulos radicalmente comprometidos con Cristo

Radical no se relaciona con un partido político sino con la etimología de la palabra “raíces”.
Jesús dijo que fuimos inyectados en Él. Nuestro fundamento, nuestra raíz es Cristo, 1ª Corintios 3:11. Jesús dijo: “…yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto…”, Juan 15:5. Pablo, en Romanos 11:18 agregó: “…recuerda que no eres tú quien da vida a la raíz, sino la raíz la que te da vida a ti”, PDT. 
 El costo de ser discípulo. Lucas 14:25-33 dice: “Una gran multitud seguía a Jesús. Él se dio vuelta y les dijo (a cada uno de ellos) Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás —a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas —sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo. Y, si no cargas tu propia cruz y me sigues, no puedes ser mi discípulo. Pero, no comiences sin calcular el costo… no puedes convertirte en mi discípulo sin dejar todo lo que posees . En una serie bíblica el personaje que interpreta a Jesús dice: “yo le pido mucho a los que me siguen y muy poco a los que no”.
Comenzamos por el final. “dejar todo lo que posees”. ¿Es literal? No siempre. Ser discípulo del Señor no implica entregar las llaves de tu casa a otro, ni andar por la calle como un pordiosero, a menos que Dios te lo pida como al joven rico. Más bien es darle al Señor el control de todo; Pero que sea real, de corazón. Sin apariencias ni hipocresía. Es rendirse por completo. Que Dios pueda contar contigo, con lo que eres y tienes en el sentido más pleno del término. Veamos qué significa aborrecer :
Lucas 14:26: “Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre ya su madre, a su esposa ya sus hijos, a sus hermanos ya sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo” .
“… y no está dispuesto a renunciar …” . “… no me ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos…” . Si alguien viene a mí pero pone en primer lugar a su papá, a su mamá, a su esposa, a sus hijos…no puede ser mi seguidor. El que me siga tiene que entregar hasta su propia vida” . Esta demanda no nos gusta. Mateo 19:29: “Y todo el que haya dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o bienes por mi causa recibirán cien veces más a cambio y heredará la vida eterna” . Siempre hablamos de la recompensa, pero primero es el sacrificio; es decir, la radicalidad en la consagración. Una cosa es asistir a la iglesia, ir a un culto, cantar un par de canciones, ver en qué me sirve el pastor, los líderes y la organización para que yo y mi familia sigamos en el camino de la fe; ¡otra muy distinta es ser discípulo del Señor! El costo del discipulado es renunciamiento de corazón, anhelo por obedecer y adorar, sin importar los sacrificios o los resultados. Juan 6:66-68:“Esta fue la razón por la que muchos seguidores de Jesús lo abandonaron y no lo siguieron más. Entonces Jesús les dijo…-¿Ustedes también se quieren ir? Simón Pedro le contestó: -Señor, ¿a dónde iríamos? Tú tienes palabras que dan vida eterna”. El costo de ser discípulo es todo. ¿En qué debemos ser radicales? Veamos qué implica ese 'todo':
Radical en la búsqueda. El secreto de la revelación de su persona : “¡No te soltaré hasta que me bendigas!” , Génesis 32:26. Efesios 1:17-18: pido … que… Dios les dé espíritu de sabiduría y de revelación… Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados”, NBLH. Oseas 10:12: “…Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al SEÑOR para que él venga…”. Jeremías 29:13: “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”. Salmo 27:8: “Mi corazón te ha oído decir: Ven y conversa conmigo. Y mi corazón responde: Aquí vengo, SEÑOR” . Salmo 27:14: “Espera con paciencia al SEÑOR… sí, espera al SEÑOR con paciencia”.
Radical en la consagración. El secreto de la transformación y el avance. 2a Timoteo 2:21: “Si te mantienes puro, serás un utensilio especial para uso honorable… y estarás listo para que el Maestro te use en toda buena obra”, NTV.

Abrazar la castidad
Agustín de Hipona narró en su libro Confesiones cómo el pasaje de Romanos 13 fue clave en su conversión. Su miedo era fallar en el mandamiento de la castidad. En ese tiempo convivía con una mujer sin estar casado. En el jardín de la casa que lo albergaba oyó una voz, como de niño o niña que iba repitiendo: “¡Toma, lee; toma, lee!”. Interpretó dichas palabras como una invitación de Dios y abrió al azar la Carta a los Romanos. Dentro de él surgió una luz de seguridad. Sabía ya que, con la ayuda de Dios, podía ser casto: “…conscientes del tiempo en que vivimos… ya es hora de que despertemos del sueño… desechemos las obras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz. Vivamos con honestidad… y no…en glotonerías…borracheras…lujurias y lascivias…contiendas y envidias. Más bien, revistámonos del Señor Jesucristo…”, Romanos 13:8-14. Gálatas 5:22-23 dice: “…el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, (dominio propio o de sí mismo).  Este último fruto en el Nuevo Testamento significa el dominio de sí en todas las áreas, ya sea la comida, bebida, el uso del tiempo pero preponderantemente en el área de la sexualidad. Se deduce porque al enumerar las obras de la carne (Gálatas 5:19) se emplea el término porneia, es decir, toda forma de impureza sexual. Y, dicho sea de paso, de este vocablo deriva la palabra ‘pornografía’. El libro de Gálatas muestra algo muy importante. ¿Dónde surge nuestra pureza? ¿Cuál es la razón de nuestra pureza? ¿Y cuál la finalidad al vivir en pureza?Gálatas 5:24-25 declara: “Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones… Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida”, NTV. Nuestra pureza surge de la comunión con Cristo. La verdadera conversión y los constantes encuentros con el Señor, reales, transformadores y que demuestren obediencia a sus preceptos produce la expresión de los frutos del Espíritu morando en nosotros. ¡Sigamos practicando las disciplinas espirituales con pasión!
Nuestra pureza no es una finalidad en sí misma. Muchos no cristianos dominan áreas de sus vidas. Son disciplinados en la comida, en la bebida, en el uso del tiempo y hasta viven en castidad o fidelidad. Pero en estos aspectos ellos mismos son el centro de todo avance. Lo hacen por las ventajas que les proporcionan esas disciplinas. Cuando dábamos charlas a no creyentes insistíamos en las ‘ventajas de la castidad’. Lo que hoy debemos entender es que la pureza en el cristiano brota como adoración a Cristo: 1a Corintios 6:13 declara: “…el cuerpo no es para la inmoralidad sexual, sino para el Señor…”. Por lo tanto, la pureza consiste en establecer, proclamar y vivir el dominio de Cristo sobre esta área específica. Y ahí vemos por qué el diablo se empecina en arruinar la santidad sexual. Quitamos nuestro cuerpo de la adoración a Dios y rendimos culto a los demonios. Existe un abismo de diferencia entre ambas concepciones (la primera concepción basada en las ‘ventajas de la castidad’; la otra en ‘la adoración al Rey por medio de la castidad’). En este contexto analicemos el significado de la pureza sexual.
1.- Nuestro cuerpo pertenece a Cristo: “¿Acaso no saben ustedes que sus cuerpos son miembros de Cristo?... ¿Acaso no saben que el que se une con una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? La Escritura dice: Los dos serán un solo ser…Huyan de la inmoralidad sexual (porneia). Cualquier otro pecado…ocurre fuera del cuerpo; pero el que comete inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo (que pertenece a Cristo)”, 1a Corintios 6:15-18.
2.- Nuestro cuerpo es templo del Espíritu: “¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo… y que ustedes no son dueños de sí mismos? Porque ustedes han sido comprados; el precio de ustedes ya ha sido pagado”, 1a Corintios 6:19.
3.- Nuestro cuerpo debe glorificar a Dios:“…den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios, 1a Corintios 6:19-20. No permitamos que nuestra conducta haga que los enemigos del Señor blasfemen su nombre. Dar gloria a Dios no significa renunciar al ejercicio de la sexualidad, pues 1ª Corintios 7 enseña que existen virtudes en el  matrimonio y en la soltería. Glorifica a Dios en su cuerpo quien vive en celibato, pero también quien se casa y disfruta de la intimidad con su cónyuge como si nadie más existiera.
Radical en el perdón. El secreto de la paz y de las oraciones contestadas. Hechos 2:38: “…Pídanle perdón a Dios, vuelvan a obedecerlo, y dejen que nosotros los bauticemos… Así Dios los perdonará y les dará el Espíritu Santo”. Lucas 6:37: “…Perdonen a los demás y Dios los perdonará a ustedes”.
Marcos 11:24-25: “…cuando pidan algo en sus oraciones, pídanlo convencidos de que ya lo han recibido y, entonces, lo que pidan será suyo. Pero, cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados”. Romanos 5:1: “…tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo…hizo por nosotros”. Efesios 2:14: “Porque él es nuestra paz...”. 2ª Tesalonicenses 3:16: “Que el Señor de paz les dé paz, siempre y en toda circunstancia…”.
Radical en la gratitud. El secreto de la felicidad. Salmo 92:4-6: “Dios mío, quiero gritar de alegría por todo lo que has hecho; todo lo que haces es impresionante y me llena de felicidad…”. Salmo 50:23: “Si de veras quieres honrarme, tráeme ofrendas de gratitud”. Jeremías 33:11: “…Otra vez se oirán las voces felices…junto con las canciones alegres de las personas que traen ofrendas de gratitud al SEÑOR. Cantarán: “Denle gracias al SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, porque el SEÑOR es bueno. ¡Su fiel amor perdura para siempre!”. Hebreos 12:28: “Así que…hemos recibido un reino inconmovible, debemos ser agradecidos y, con esa misma gratitud, servir a Dios y agradarle con temor y reverencia”.
Radical en la adoración. El secreto del disfrute de su presencia.
Juan vio la adoración en el cielo: “… Día y noche no cesaban de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”, Apocalipsis 4:8. David entendía el poder de la adoración, pues expresó: “…tú que habitas entre las alabanzas de tu pueblo”, Salmo 22:3, BSO. Por eso: “David y los jefes encargados del templo apartaron a Asaf, Hemán y Jedutún, junto con todos sus hijos, para que se encargaran de la música... Estos músicos comunicaban mensajes de Dios por medio de sus cantos o acompañados por instrumentos musicales, y estaban bajo las órdenes directas del rey David… Los que estaban entrenados para cantar a Dios fueron en total doscientos ochenta y ocho. Estos se turnaron… para prestar su servicio, sin importar que fueran adultos o jóvenes, maestros o estudiantes”, 1° Cr. 25:1-8.
Radical en la honra. El secreto de la autoridad que permanece. 
Honra es obediencia, respeto. 1° Samuel 2:30: “...El Señor…te dice: Yo prometí que tu familia y los descendientes de tu padre estarían siempre a mi servicio; pero hoy te digo que esto se acabó , porque yo honro a los que me honran, y humillo a los que me desprecian”, “despreciaré a los que me menosprecian”. En PDT se lee: “Honraré al pueblo que me honra, pero al que se nigue a respetarme, le va a ir mal”.
Radical en la osadía y la entrega. El secreto de la unción y el poder que fluye en salvación. Solo quien entiende la brevedad de la vida se anima a dar pasos de fe. Cada día es un regalo y la oportunidad de vivir para Cristo. Efesios 5:15 : “…¡cuidado!...vivan…como sabios. Aprovechen bien el tiempo…”. Filipenses 1:21: “Porque para mí el vivir es Cristo…”.
¿Cómo responderemos? ¿Serviremos al Señor con una consagración completa? ¿Responderemos al llamado de hoy o seremos rebeldes a su invitación y guía? Recordemos que Suya es la Palabra, nuestra obediencia.