Mt 20,1-16

REFLEXIÓN PARA: MIÉRCOLES XX DEL TIEMPO ORDINARIO 

Música - Amar con Obras Audio: AciPrensa 

Edición: P.Cristovao,svd

 Mt .20,1-16: ¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?

Hace pocos años atrás, en Argentina, el gobierno nacional lanzó una moratoria por la cual personas en edad de retiro podían percibir haberes jubilatorios sin haber hecho los necesarios aportes previsionales. La medida tenía por objetivo ampliar el horizonte de inclusión para quienes, aun habiendo trabajado –amas de casa, trabajadores informales–, no podían acceder a los beneficios jubilatorios. Hubo entonces un gran revuelo y se planteaban cuestiones acerca de la justicia de dicha norma. ¿Es justo que esas personas reciban los mismos beneficios que los que sí habían aportado y cumplido con la sociedad durante años? La parábola de los trabajadores que perciben el mismo salario pese a que han sido llamados a último momento nos invita a ver con buenos ojos la bondad que mueve al patrón. Deberíamos alegrarnos cuando personas que, por distintas situaciones de pecado social e injusticias, han sido descartados de la mesa de los hijos, pueden tomar el lugar que les corresponde. El ejemplo vale también para el ámbito religioso. ¿Por qué ver de mala manera que el Papa Francisco invite a la mesa de los hijos a homosexuales, divorciados vueltos a casar, alejados voluntaria o involuntariamente de la Iglesia durante tanto tiempo? ¿Acaso no estaba pendiente una tarea pastoral de tales características? Sbla