Entrevista Alika Kinan | Estado proxeneta

Dec 16, 2016, 03:41 PM

Así lo determinó el fallo del TOF de Ushuaia que tuvo a Alika Kinan, víctima de una red de trata, como querellante. En Graves y agudas conversamos con Alika sobre el proceso judicial.

Alika fue rescatada del prostíbulo Sheik en 2012, en la capital fueguina, y abrió la fundación Sapa Kippa, que trabaja por defender los derachos de las mujeres víctimas de trata. Su participación como querellante en el caso generó un precedente histórico. Cuando la liberaron de la whiskería “Sheik”, en octubre de 2012, Alika no se reconocía como víctima del delito de trata de personas. Le llevó tiempo y mucha reflexión poder darse cuenta de que no era su voluntad la que la exponía a proxenetas y prostituyentes, “clientes” del servicio que en Córdoba primero y en Tierra del Fuego después, ofrecía durante agotadoras jornadas, de la mano de golpes, drogas y todo tipo de violencia. “Cuando entendí que estaba repitiendo la historia de las mujeres de mi familia, cuando pude reconocerme como víctima, ahí comencé a reconstruirme. Yo tenía el speech del proxeneta pero María, la secretaria de la fiscalía, me preguntó cómo había llegado y ahí hice el click”, había contado Alika al desaparecido portal Infojus Noticias en diciembre de 2015. “Hay situaciones de mucha agonía donde la mujer no quiere reconocerse como víctima por la vergüenza, por el dolor. ¿Qué mujer se quiere reconocer como víctima?”, decía.

El pasado 30 de noviembre se conoció el fallo del Tribunal Oral Federal de Ushuaia, el primero contra una red de trata con fines de explotación sexual impulsado por una de sus víctimas. El principal imputado, Pedro Montoya, de 57 años, recibió una condena de siete años a prisión por el delito de trata de personas, y sus cómplices, Ivana García, de 38 años, y Lucy Alberca Campos, de 32, fueron sentenciadas a tres años de prisión en suspenso. Además, el tribunal condenó a la Municipalidad de Ushuaia a indemnizar a Alika por la suma de $780.000.

Alika no se quedó conforme, pero claramente su testimonio y valentía generó un antes y un después en la justicia argentina.