XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO A

Mujer, qué grande es tu fe (Mateo 15,21-28) Audio: P.Juan Jose Paniagua: http://catholic-link.com/pedir-dios-insistencia/ Texto y edición: P.Cristovao, svd Música: Fernando Leiva: paso a paso

La lectura del evangelio de hoy, nos enseña tres situaciones muy importantes: es una forma que san Mateo usa para legitimar la persona de Jesús cómo el mesías esperado. ¿Para quién vino Jesús, qué o quién lo legitimaba, quienes deberían recibirlo, pero de verdad, quienes lo recibieron.

Como podemos recordar, de otros pasajes, como el del ciego Bartimeo, (Marcos 10:46-52), ellos claman a Jesús, como el hijo de David. Lo que se quiere destacar en esta lectura, no es la actitud de Jesús con la mujer cananea, sino a quien estaba dirigida la promesa de la llegada del mesías. es decir, un nuevo David para el reino de David, al cual la mujer no pertenecía. esa mujer era una extranjera.

La mujer Cananea del evangelio de hoy nos enseña Tres grandes lecciones: de fe, de humildad y perseverancia.

A la hora de pedirle a Jesús, la fe es el primer requisito para que nuestra oración sea escuchada. Jesús siempre pide fe, antes de hacer un milagro. Todo es posible para el que cree.

Jesús actúa como un padre cuando enseña a su niño a caminar. A los pocos lo suelta y toma distancia, pero no lo deja solo. Lo hace para que pueda caminar por si solo. Quiere conocer verdaderamente su fe en si mismo, si es verdadera su necesidad.

Lección de humildad: se acercó y se postró diciendo: “Sr. ayúdame”. Esta es la actitud del que se ve necesitado. Yo también debería acercarme a Jesús, aunque no lo merezca. Perseverancia: los discípulos dicen: “atiéndela” , pues no se cansa de pedir. Ni siquiera cuando Jesús le hace un aperiente rechazo por no ser judía. nuestra fe, nuestra humildad y perseverancia son elementos auténticos que nos hacen alcanzar la mirada de Dios y por eso no nos perdamos de vida de estos tres elementos en nuestra vida de fe.