la dulce rebelion de las causas

Y sin embargo, la sincronicidad rompe gloriosamente la lógica de causa y efecto y la serenidad estadística. estoy a 170 kilómetros, mi gps dice que voy a llegar a las 12 y 27. hago las cuentas: él considera que mi velocidad promedio será 96 kilómetros por hora. sólo por desafiarlo, hago buena parte del camino a cerca de 160, y el resto, en general, por encima de 100. de algún modo, el gps parece que se las ingenia para ganar: contra toda determinación aritmética de a tal velocidad cual tiempo para recorrer una distancia, efectivamente, a las 12 y 27 minutos arribé a la calle en que vivo. y así con toda la experiencia patafísica de órdenes lógicos subvertidos por doquier. ¿qué hacer sino celebrar la grieta misma que abre un espacio para infinitos milagros? ¿qué, sino celebrar lo aparentemente irracional que nos quita de vez en cuanto las cadenas de la previsibilidad, obscenamente expuestas a los ojos de todos? cuando nos tornamos capaces de asumir y aceptar las benditas excepciones a las reglas, nos abrimos paso hacia lo Alto, y el milagro húmedo se nos pega a la experiencia cotidiana. celebro lo que me hizo hoy el gps. me hace sonreir con esperanza.

• vamos detrás de la idea de "venahafój hú", la subversión completa de nuestra celebración de Purim. hay que trepar peñascos de sentido :-)
• el fondo musical es el charango flamenco disponible en http://www.youtube.com/watch?v=ZlYgHN3AkwM