La segunda venida de Cristo 02/06/19 (#1042)

Episode 42,   Jun 03, 2019, 12:39 AM

 Pastor José Luis Cinalli 2/06/19

La segunda venida de Cristo
 
“Permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final… los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos también seremos transformados”, 1ª Corintios 15:51-52 (NTV).
 
No hay que confundir el arrebatamiento de la iglesia con la segunda venida de Cristo. Son dos sucesos totalmente diferentes. Si bien es cierto que la segunda venida del Señor había sido preanunciada por los profetas del Antiguo Testamente, la doctrina del rapto de la iglesia nunca había sido conocida antes, hasta que le fue revelada al apóstol Pablo: Fui elegido para explicarles a todos el misterioso plan que Dios… mantuvo oculto desde el comienzo, Efesios 3:9 (NTV). Veamos a continuación las principales diferencias entre el arrebatamiento de la iglesiay la segunda venida de Cristo:
 
1) El arrebatamiento es inminente. No habrá señales que lo anticipen y puede ocurrir en cualquier momento: “Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos…”, 1ª Corintios 15:52 (NTV). “Recuerden que el Señor viene pronto, Filipenses 4:5 (NTV). “Pronto, muy pronto, vendrá el que tiene que venir. No tardará”, Hebreos 10:37 (DHH). “… ¡Animo, que la venida del Señor está cerca!... La venida del Gran Juez está a las puertas…”, Santiago 5:8-9 (NT-BAD). La segunda venida de Cristo, en cambio, no sucederá hasta que se cumplan las señales establecidas por Jesús en Mateo 24. Además, el apóstol Pablo dijo que “el retorno de nuestro Señor Jesucristo… no llegará hasta que dos cosas sucedan: primero, habrá un período de rebelión extrema contra Dios, y entonces se manifestará el hombre de pecado, el hijo del infierno…”, 2ª Tesalonicenses 2:1-3 (NT BAD).
 
2) El arrebatamiento será un acto privado. Solo afectará a los cristianos, estén vivos o muertos. El día en que el Señor venga por su iglesia nadie lo verá, con excepción de aquellos que son hijos de Dios: “…El Señor mismo vendrá de los cielos… y los que hayan muerto en Cristo resucitarán primero. Luego, nosotros los que estemos vivos en ese momento, subiremos a reunirnos con los resucitados. Todos subiremos a las nubes y nos encontraremos con el Señor en el aire, y así estaremos con el Señor para siempre”, 1ª Tesalonicenses 4:16-17 (PDT). En cambio cuando Jesús regrese por segunda vez todo el mundo lo verá. Será un acto público que afectará a las personas no convertidas: “¡Miren! ¡Viene en las nubes, ante los ojos de la humanidad entera…!”, Apocalipsis 1:7 (NT-BAD). Jesús expresó: La humanidad entera me verá… venir en las nubes con gran poder y gloria”, Marcos 13:26 (NT-BAD). “Jesús… volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse, Hechos 1:11 (NTV). Además Pablo reveló que el Señor se encontraría con su iglesia en el aire. Nunca dijo nada acerca de que sus pies tocarían la tierra como sí lo hacen otros pasajes acerca de la segunda venida: “En aquel día sus pies estarán sobre el monte de los Olivos, Zacarías 14:4 (NTV). “¡Miren! El Señor… bajará y caminará sobre… la tierra, Miqueas 1:3 (PDT).
 
3) En el arrebatamiento los creyentes subirán a las nubes. En la segunda venida Jesús descenderá de las nubes: “… ¡Viene en las nubes, ante los ojos de la humanidad entera…!”, Apocalipsis 1:7 (NT-BAD). 
 
4) El arrebatamiento traerá como consecuencia el tribunal de Cristo. La segunda venida del Señor introducirá al juicio del Gran trono blanco para que todos los desobedientes sean juzgados.
 
5) En el arrebatamiento el Señor vendrá por su iglesia. En cambio, en la segunda venida el Señor vendrá con su iglesia para ejecutar juicio sobre las naciones: “El Señor mi Dios vendrá junto con todos sus santos, Zacarías 14:5 (PDT). “Cuando Cristo… sea revelado a todo el mundo, ustedes participarán de toda su gloria”, Colosenses 3:4 (NTV). “¡Escuchen! El Señor viene con incontables millares de sus santos”, Judas 1:14 (NTV). El día del regreso de Jesús será el principio de dolores para aquellos que rechazaron el mensaje de salvación. Según la Biblia, en ese día habrá un sacrificio de pecadores: “…Se acerca el imponente día del juicio del SEÑOR… En ese día… buscaré con linternas en los rincones más oscuros… para castigar a quienes descansen cómodos con sus pecados… Ese terrible día… está cerca. Viene de prisa, un día de llanto amargo… Será un día cuando el SEÑOR derramará su ira, un día de terrible aflicción y angustia, un día de ruina y desolación, un día de oscuridad y penumbra… Por haber pecado contra el SEÑOR, los haré andar a tientas como el ciego… toda la tierra será devorada por el fuego de su celo. Él dará un final aterrador a toda la gente de la tierra”, Sofonías 1:7-18 (NTV). Advierte la expresión: “Buscaré con linternas… a quienes descansen cómodos con sus pecados”. El profeta relaciona el advenimiento del Señor con el pecado no juzgado. Reflexionemos seriamente acerca de la clase de vida que estamos llevando porque el día en el que Jesús juzgará a los pecadores no arrepentidos está muy cerca. El apóstol Pedro dice que por causa de que el Señor está viniendo deberíamos vivir lejos del pecado: “… El Señor no demora el cumplimiento de su promesa… El día del Señor llegará sorpresivamente… ¡Santos y piadosos hasta lo sumo deberíamos ser…! Sí, deberíamos vivir con la mirada fija en aquel día… y, mientras esperan ustedes el cumplimiento de estas cosas, traten de vivir sin pecado… para que Él esté satisfecho de ustedes cuando vuelva”, 2ª Pedro 3:8-14 (NT-BAD).
 
Se nos insta a estar preparados para la venida del Señor viviendo en santidad: “… ¡Despertemos!El regreso del Señor está más cerca… el día de su regreso despuntará pronto. Dejemos de actuar en las tinieblas… Seamos siempre decentes y honrados… No gastemos el tiempo en fiestas exageradas, borracheras, adulterios, sensualidad, pleitos ni envidias… y no se permitan pensar en formas de complacer los malos deseos”, Romanos 13:11-13 (NT-BAD) y 14 (NTV). Existe una curiosidad más cuando se lee acerca del inminente regreso del Señor. Además de vivir en santidad se nos exhorta a estar congregados: “… No descuidemos… el deber que tenemos de asistir a la iglesia… especialmente ahora que vemos que el día del regreso del Señor se acerca, Hebreos 10:25 (NT-BAD). ¿Y por qué debemos congregarnos? En primer lugar porque es una señal de honra a nuestro Dios. ¿Se puede agradar a Dios violentando sus mandamientos? ¡De ninguna manera! En segundo lugar porque nos perjudicamos a nosotros mismos. Jesús prometió su presencia donde los creyentes se reunieran en su nombre: “Porque dondequiera que estén… reunidos en mi nombre, allí estaré yo”, Mateo 18:20 (NT-BAD). Esto significa que si vivimos sin presencia es porque queremos. Existe una razón más para congregarnos: Jesús lo hizo. Y la Biblia dice que “el que quiera llamarse cristiano debe vivir como Él vivió”, 1ª Juan 2:6 (NT-BAD). Si Él tenía la costumbre de congregarse nosotros debemos seguir su ejemplo: “Cuando Llegó a Nazaret… fue como de costumbre a la sinagoga…, Lucas 4:16 (NTV). Los discípulos de Jesús siguieron su ejemplo: “Pablo y Silas… llegaron a Tesalónica donde había una sinagoga judía. Como era su costumbre, Pablo fue al servicio…, Hechos 17:1-2 (NTV). “Los hermanos… despidieron a Pablo y a Silas hacia Berea. Ellos, apenas llegaron, se fueron derechos a la sinagoga…”, Hechos 17:10 (Castillian). Los primeros creyentes se reunían para orar juntos:Todos se congregaban para… perseverar unánimes en la oración”, Hechos 2:42 (CST). “Pedro y Juan fueron al templo para participar en el servicio de oración…, Hechos 3:1 (NTV). ¿Te das cuenta? Todos los creyentes de aquella primitiva iglesia practicaron la disciplina espiritual de la adoración colectiva. Si tú no lo haces entonces eres más grande que Pedro y Pablo, y más espiritual que Jesús.    
 
Por último, el inminente regreso de nuestro Señor debería ser razón suficiente para permanecer firmes y confiados en medio de las pruebas: “Tengan… paciencia hasta que el Señor vuelva… ¡Animo, que la venida del Señor está cerca!... a las puertas… Sigamos el ejemplo de paciencia en la aflicción que nos legaron los profetas del Señor… ¿Quieren mejor ejemplo de paciencia en medio del dolor que el de Job? De su experiencia aprendemos que lo que el Señor permite redunda siempre en bien, porque Él es todo ternura y compasión”, Santiago 5:7-11 (NT-BAD). Vivamos expectantes por la llegada de ese día glorioso en que nos encontraremos con el Señor sin bajar los brazos. Preparar nuestra vida para ese encuentro no es algo que debamos dejar a la deriva ni posponerlo indefinidamente. La Biblia es enfática: “…Aunque parezca tardar, espéralo… puedo asegurarte que se cumplirá sin falta, Habacuc 2:3 (BAD y TLA). Recuérdalo: ¡si la vida es el camino a Cristo, nadie puede permitirse perderlo ni detenerse a mitad del recorrido!