Dios escucha cuando pides, Dios actúa cuando crees 05/07/2020 - #1099

Episode 102,   Jul 05, 2020, 10:41 PM

José Luis Cinalli
 5/7/2020
Dios escucha cuando pides, Dios actúa cuando crees
 
“… Llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria”, Salmo 50:15 (NTV).
 
Estamos acostumbrados a decir que Dios suple nuestras necesidades. Pero sospecho que no comprendemos lo que realmente eso significa. Más bien tenemos la idea de que Dios está obligado y que nosotros tenemos el derecho de que se nos dé todo lo que necesitamos. Esta idea de un Dios a nuestro servicio nos lleva a despotricar y quejarnos cuando una pequeña nubecita oscurece nuestro día. Y de ese modo lo hacemos responsable de todas nuestras desgracias. Aun en nuestras oraciones demostramos creer que Dios solo existe para servirnos porque la mayoría de nuestras plegarias tienen que ver con nosotros y nuestras necesidades y no con Dios y su gloria. Por supuesto que Dios siempre dispuesto a ayudarnos. Pero necesitamos recurrir a Él con una actitud humilde y confiados en que Él es nuestra única opción. Por regla general, Dios espera que sus hijos clamen por ayuda antes de suplir sus necesidades. Te lo explico bíblicamente. Los israelitas vivieron como esclavos en Egipto por más de cuatro siglos. Sufrían y eran brutalmente tratados, pero Dios no los ayudaba. ¿Y por qué no los ayudaba? Porque no se lo pedían. Cuando clamamos al SEÑOR, él nos oyó… y nos sacó de Egipto…”, Números 20:16 (NTV). Para recibir la ayuda de Dios hay que pedirla. “… Llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria”, Salmo 50:15 (NTV). Dios espera que confiemos en Él en medio de una dificultad. Y también espera que seamos agradecidos: “… Pídanle al Señor lo que necesiten… y después no dejen de darle gracias por sus respuestas, Filipenses 4:6 (PDT y NT-BAD). ¿Eres de darle gracias al Señor por el regalo de la vida? Y ¿por qué no? Acaso, ¿te crees con el derecho a vivir un día más? Terminemos con la idea de que Dios es nuestro siervo. Seamos agradecidos siempre, ya que todo lo que recibimos de Su mano es de pura gracia.    
 
¡Si no acudes a Dios su bendición no llegará! Cuando los israelitas escaparon de Egipto el ejército del Faraón salió a perseguirlos. Estaban a punto de ser alcanzados y Dios no los ayudaba ¡porque no se lo pedían! Ahora bien cuando “… Los israelitas… clamaron al SEÑOR… y el SEÑOR… rescató a Israel de las manos de los egipcios…”, Éxodo 14:10 (NBLH) y 30 (NTV). Después de cruzar el mar se internaron en el desierto. Caminaron tres días y tuvieron sed. ¿No lo sabía el Señor? Claro que sí. Y, ¿qué esperaba para ayudarlos? Que el pueblo acudiera a Él: El Señor les respondía cuando ellos pedían su ayuda, Salmo 99:6 (DHH). Aprendamos este principio espiritual: Dios actúa cuando sus hijos claman: Cuando me llamen, yo les responderé…, Salmo 91:15 (NTV). La mayoría de las plagas en Egipto terminaban cuando Moisés se lo pedía a Dios. Si el propósito de las plagas consistía en ablandar el corazón del Faraón para que dejara ir a su pueblo es lógico pensar que cuando eso sucediera las plagas se acabarían. Pero no fue así. Dios actuaba cuando Moisés se lo pedía: “… Moisés clamó al SEÑOR… y el Señor hizo lo que Moisés le pedía…”, Éxodo 8:12-13 (NTV y DHH); Éxodo 8:30-31; Éxodo 9:29; Éxodo 10:16-19. Solo una vez se dice que Dios responderá antes de que se lo pidamos: “Antes de que me pidan, yo les contestaré…”, Isaías 65:24 (PDT). Pero ¿sabes una cosa? La promesa no es para esta vida sino para cuando vivamos en la nueva tierra.
 
Veamos otros ejemplos bíblicos. En tiempos de paz Israel olvidaba a Dios y se rendía a la idolatría; como consecuencia el Señor los entregaba al enemigo. Y vivían oprimidos hasta que clamaban a Dios por ayuda, Jueces 3:7-9; 3:12-15; 4:1-3; 6:1-6; 10:6-10. Lo que llama la atención es el tiempo que sufrían antes de pedir ayuda a Dios: 8 años sirviendo al rey de Aram (Jueces 3:8); 18 años al rey de Moab (Jueces 3:14); 20 años al rey Jabín (Jueces 4:3); 7 años a los madianitas (Jueces 6:1); 18 años a los amonitas (Jueces 10:8) y 40 años a los filisteos (Jueces 13:1). Sufrieron hasta que “finalmente clamaron al Señor por ayuda…”, Jueces 10:10 (NTV). En sus momentos de angustia clamaron a ti, y desde el cielo los escuchaste… les enviaste libertadores que los rescataron de sus enemigos”, Nehemías 9:27 (NTV). ¿Cómo es posible que se pueda sufrir tanto sin pedir la ayuda a Dios? Nosotros hacemos lo mismo. Nos cuesta mirar a lo alto, al cielo, a Dios y pedir su ayuda. Más bien nos apoyamos en nuestras fuerzas y confiamos en nuestras capacidades hasta que después de mucho sufrir nos damos cuenta que no logramos avanzar sin la ayuda de Dios. Hay quienes se resignan. Oran por un tiempo y después abandonan. Otros prefieren esconderse detrás de la autocompasión y viven de la lástima. Y no faltan los que solo se quejan lamentando la poca suerte que tienen en la vida. Ninguna de todas estas reacciones soluciona las crisis. Lo que tenemos que hacer es clamar a Dios con fe pidiendo su ayuda: “… Me llamarán y pedirán mi ayuda y yo les responderé…”, Zacarías 13:9 (PDT). “… Ustedes me llamarán, vendrán y orarán, y yo los escucharé, Jeremías 29:12 (PDT).El SEÑOR oye a los suyos cuando claman a él por ayuda…”, Salmo 34:17 (NTV). Dios responderá las oraciones… escuchará sus ruegos, Salmo 102:17 (PDT). “… Dios les tendrá compasión tan pronto como le pidan ayuda. En cuanto oiga sus gritos, les responderá, Isaías 30:19 (TLA). “… ¡Él los oye cuando le piden ayuda!, Salmo 22:24 (DHH); Zacarías 10:6; Job 22:27; Isaías 30:19 y 58:9. El salmista certifica que todas estas promesas son verdaderas: “Cuando estaba en dificultades pedí ayuda al Señor y él me respondió”, Salmo 120:1 (PDT).
 
¿Te resistes todavía a creer en el poder de la intercesión y del clamor con fe? Entonces veamos otros pasajes. Cuando los israelitas adoraron el becerro de oro en el desierto Dios decidió destruirlos a todos, Éxodo 32:10. ¿Y por qué no lo hizo? Porque Moisés intercedió por ellos: “Él dijo que los hubiera destruido, de no haberse puesto Moisés… en la brecha delante de Él…, Salmo 106:23 (NBLH). Si la nación de Israel hoy existe se lo debe al clamor de Moisés: “… Me arrodillé delante de él, y durante cuarenta días y cuarenta noches no comí ni bebí nada. Dios… estaba decidido a destruirlos. Yo… oré a Dios y… Dios escuchó mi oración y los perdonó, Deuteronomio 9:18-29 (TLA). No solo Israel sino el mismo Aarón le debe la vida a Moisés: “El Señor estaba tan enojado con Aarón que también quería destruirlo a él; pero oré… y el SEÑOR le perdonó la vida, Deuteronomio 9:20 (NTV). ¡Cuánto bien puede hacer un solo hombre que clama a Dios! ¡Y cuánto bien puede hacer Dios con un hombre que tiene fe! Ten muy presente lo que te voy a decir. Dios no está buscando hombres, Dios está buscando UN HOMBRE. Ezequiel 22:30 dice: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”. Un hombre que clama y una nación se salva, Éxodo 32. Una mujer que honra a Dios y su familia es prosperada, Éxodo 1:21. Un líder que busca a Dios y una nación es avivada, 2º Crónicas 34. Una abuela que comparte su fe y su nieto se convierte en una bendición para el mundo, 2ª Timoteo 1:5. ¡Y todo por una sola persona con fe! ¿Sientes que eres el único que lo está intentando en tu trabajo? ¿La situación en tu hogar parece estar más allá de toda esperanza? ¿Te inquieta saber que son pocos los que tienen la necesidad de un avivamiento? Dale al Señor el canal de un alma sedienta que clama y no habrá límites a lo que Él pueda hacer. Dios está buscando un hombre o una mujer que se ponga en la brecha: ¿serás tú esa persona?
 
¿Necesitamos orar, clamar, pedir y rogar por nuestras necesidades? Absolutamente. Es cierto que Jesús dijo que el Padre conoce nuestras necesidades (Mateo 6:32) pero nunca dijo que no necesitábamos pedir. Al contrario nos enseñó a pedir a Dios por el pan de cada día: “Danos hoy el alimento que necesitamos”, Mateo 6:11 (NTV). También dijo: Pidan a Dios, y él les daráPues todo el que pide recibe…”, Mateo 7:7-8 (TLA y NTV). “Dios… dará buenas cosas a quienes se las pidan, Mateo 7:11 (TLA). “Recibiremos de él cualquier cosa que le pidamos…”, 1ª Juan 3:22 (PDT). “… Dios escucha nuestras oraciones cuando le pedimosél nos dará cualquier cosa que le pidamos, 1ª Juan 5:14-15 (PDT). Además de pedir hay que hacerlo con fe y en el nombre de Jesús: Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración, Mateo 21:22 (PDT). “… Mi Padre les dará cualquier cosa que le pidan en mi nombre… Pidan y recibirán…”, Juan 16:23-24 (PDT). Al clamor con fe en el nombre de Jesús agrégale la perseverancia. Es cierto que no tenemos problema con pedir, pero sí en perseverar. Jesús dijo: “Si sigues tocando a la puerta el tiempo suficiente, él se levantará y te dará lo que necesitas… Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden...”, Lucas 11:8-9 (NTV). Entonces, ¿deseas una bendición de Dios? Acércate a Él, pide con fe en el nombre de Jesús y espera todo el tiempo que sea necesario hasta que Dios te conteste. “... Cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama”, Hebreos 4:16 (TLA).