Si vamos a contagiarnos de algo que sea de fe 26/07/2020 #1102

Episode 105,   Jul 26, 2020, 11:47 PM

Pastor José Luis Cinalli
26/7/2020
Si vamos a contagiarnos de algo que sea de fe
 
“… El pueblo santo de Dios debe tener paciencia y fe, Apocalipsis 13:10 (PDT).
 
El cristiano ha sido llamado a esperar con fe y paciencia: Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora… entonces recibirán todo lo que él ha prometido, Hebreos 10:36 (NTV). Mantengámonos firmes… en la esperanza de la fe… porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho, Hebreos 10:23 (DHH). Con frecuencia el Señor no nos dice cuánto tiempo debemos esperar. Si David hubiera sabido de antemano el tiempo que le tomaría asumir el trono se hubiera desanimado. Si Jacob hubiera sabido que tendría que trabajar 14 años para casarse con la mujer de sus sueños se hubiera rendido. Solemos decir que Dios nunca llega tarde, pero generalmente tampoco llega temprano. ¿Por qué? Porque los tiempos de espera fortalecen nuestra fe en Dios. Sé paciente entonces cuando experimentes una demora divina porque las personas impacientes pierden bendiciones. El Señor prometió el derramamiento del Espíritu a 500 personas (1ª Corintios 15:6; Lucas 24:49), pero solo se beneficiaron los que supieron esperar, Hechos 1:15; 2:4. ¿Y qué me dices de Saúl? Su impaciencia lo arrastró a la desobediencia y “… Dios lo quitó del trono…”, Hechos 13:22 (TLA). Los israelitas no fueron mejores que él. Cansados de esperar a Moisés fabricaron un becerro y lo adoraron, Éxodo 32:1. Como consecuencia dejaron de ser el pueblo del Señor. Al hablar con Moisés Dios llamó a Israel “tu pueblo”: “… Tu pueblo, el que sacaste de… Egipto, se ha corrompido”, Éxodo 32:7 (NTV). Además perdieron el favor divino y los idólatras fueron obligados a beber su propio dios reducido a polvo, Éxodo 32:20. Sin embargo la peor desgracia de todas fue perder la presencia de Dios: “Dios le dijo a Moisés: … Enviaré a mi ángel para te guíe… yo no iré…”, Éxodo 33:1-3 (TLA). Los israelitas nunca aprobaron la materia de la paciencia. Al poco tiempo ‘el cansancio de la espera’ dio lugar a nuevas tentaciones: “… En el camino la gente perdió la paciencia y empezó a hablar mal de Dios…”, Números 21:4-5 (PDT). Como consecuencia “… El Señor les envió serpientes venenosas que los mordieron…”, Números 21:6 (PDT).
 
Un momento de impaciencia podría arrasar con tu vida. Observa a Moisés. El hombre más manso que había sobre la tierra perdió la paciencia en dos oportunidades: en Egipto y Cades. La primera lo confinó al desierto por 40 años y la segunda acortó su vida y arruinó su ministerio para siempre, Números 20:12. Aprendamos la lección: ¡la impaciencia es muy cara! En cambio, si esperamos en Dios evitaremos grandes problemas. “Es de sabios tener paciencia…”, Proverbios 19:11 (TLA). Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades”, Proverbios 16:32 (BAD). “… Tengan paciencia mientras esperan…”, Santiago 5:7 (NTV). Espera con paciencia al SEÑOR… sí, espera al SEÑOR con paciencia, Salmo 27:14 (NTV). “Un siervo del Señor… debe… tener mucha paciencia”, 2ª Timoteo 2:24 (PDT). Y tú ¿cuán paciente eres? ¿Sabes esperar el tiempo de Dios? Lo que quieres, ¿lo quieres ahora? Miqueas dijo: “… Yo espero en… Dios… Dios me escuchará”, Miqueas 7:7 (BAD). Isaías expresó: Yo esperaré al SEÑOR… en él pondré mi esperanza”, Isaías 8:17 (NTV). David se dijo a sí mismo: Que todo mi ser espere… delante de Dios, porque en él está mi esperanza”, Salmo 62:5 (NTV). Y luego comentó: Con paciencia esperé que el SEÑOR me ayudara, y él… oyó mi clamor, Salmo 40:1 (NTV). Job expresó: Todos los días de mi vida esperaré, hasta que llegue mi liberación”, Job 14:14 (RV95). ¿Estás preocupado por alguna situación? Entonces “… espera a que el SEÑOR se ocupe del asunto, Proverbios 20:22 (NTV).
 
La impaciencia es señal de inmadurez: “Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de gran estupidez, Proverbios 14:29 (DHH). Los creyentes inmaduros no conocen la diferencia entre ‘no’ y ‘todavía no’. Cuando no consiguen lo que quieren se molestan y ‘patalean’ como niños. ¿Estás cansado de esperar una respuesta de parte de Dios? Escucha lo que el apóstol Pablo tiene para decirte: “… Si deseamos algo que todavía no tenemos, debemos esperar con paciencia y confianza, Romanos 8:25 (NTV). Se requiere fe y valentía para esperar: “Espera en el Señor, sé valiente…”, Salmo 27:14 (BNP). ¿Por qué dice “sé valiente”? Porque existen momentos en los cuales es muy difícil esperar. Esperar es difícil cuando estamos apurados y Dios no lo está. Es difícil ser paciente cuando esperamos que la salud mejore o la economía repunte. Qué difícil se hace esperar cuando el esposo sigue en ‘cualquiera’ y los hijos están cada vez más lejos del Señor. Esperar con paciencia a que Dios actúe es una demostración de fe. ¿Estás apurado? Pues Dios no lo está. Aunque parezca que el reloj de Dios funciona con atraso sus tiempos son perfectos. Él siempre llega a tiempo. ¿Te acuerdas de Lázaro? Cuando Jesús supo que estaba gravemente enfermo se demoró a propósito antes de ir a verlo. Y cuando fue ya estaba muerto. Al parecer había llegado tarde. Sin embargo el Señor sabía que era el momento exacto para que Lázaro resucitara y su Padre recibiera la gloria. ¡Dios nunca llega tarde! No trates de comprender las formas en las que trabaja el Señor, solo espera con paciencia. Si “el SEÑOR dirige nuestros pasos, entonces, ¿por qué tratar de entender todo lo que pasa?”, Proverbios 20:24 (NTV). Dios no actúa de acuerdo a nuestra agenda pero siempre llega a tiempo. Confía en Dios y “… espera paciente a que actúe, Salmo 37:7 (TLA). El Señor sabe qué es lo mejor para ti y cuando debes tenerlo. Gradúate en la escuela de la esperanza y persevera con paciencia sabiendo que Dios “… actúa a favor de los que esperan en él, Isaías 64:4 (NTV). La parte más difícil de la espera es la última media hora, poco antes de que aparezca la respuesta y Dios cumpla sus promesas. Ten la confianza plena de que Dios cumplirá sus promesas a la hora correcta y de la manera correcta. Noé esperó 120 años antes de que la lluvia prometida llegara y Abraham esperó muchos años para tener un hijo. En la Biblia todo se relaciona con esperar. La vida del cristiano es una vida de espera. Y ¿sabes por qué? Porque esperar demuestra fe y la fe complace a Dios. 
 
¿Cuáles son las armas más efectivas para combatir la impaciencia? A) La palabra de Dios: “Las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios”, Romanos 15:4 (NTV). “Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza, Salmo 130:5 (NVI). B) La oración: “… Sean pacientes… y continúen firmes en la oración, Romanos 12:12 (Kadosh). C) El retiro espiritual: “… La salvación de ustedes está en… tener calma, su fuerza consiste en confiar y estar tranquilos…”, Isaías 30:15 (BNP). “Es bueno esperar en silencio la salvación que proviene del SEÑOR…”, Lamentaciones 3:26 (NTV). Para domar tu impaciencia necesitarás intervalos de silencio y tiempos a solas con Dios y con su palabra. Desacelérate y confía en Dios. Tu fe será recompensada si sabes esperar en Dios. “… Tengan ustedes paciencia… lo que el Señor permite redunda siempre en bien, porque Él es todo ternura y compasión”, Santiago 5:7-11 (NT-BAD). “Espera en el Señor… que él te exaltará…”, Salmo 37:34 (BAD). “… Los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”, Isaías 40:31 (OSO).
 
Imitemos a José quien confiaba en Dios a pesar de que todo parecía irle mal: vendido por sus hermanos, sin su túnica preferida, sin privilegios y sin libertad. Sin embargo “el SEÑOR estaba con él y lo prosperaba en todo lo que hacía”, Génesis 39:23 (NTV). En nuestro contexto la palabra prosperidad da la idea de progreso, crecimiento económico y salud financiera. Sin embargo, la prosperidad no tiene que ver con la cantidad de dinero que tengamos en el bolsillo sino con el nivel de confianza que tengamos en Dios. Una de las definiciones apropiadas de prosperidad es ser empujado hacia delante. Quizás tu matrimonio está en terapia, tu familia cada vez más endeble o la crisis económica golpea tu hogar. Puede que todo eso sea cierto, pero si te mantienes aferrado a Dios, esperando con fe y paciencia entonces estarás cada vez más cerca de tu destino de gloria. No importan las circunstancias, el Señor está contigo empujando su propósito en tu vida. El hará que todo lo que te sucede sea para bien y cumplirá sus sueños en ti. Tienes que tener paciencia y fe para creer que lo malo que te sucede te está empujando hacia tu destino de gloria. ¿Estás dispuesto a esperar con paciencia? Recuerda que Dios tiene un gran plan para tu vida y solo se llevará a cabo si aprendes a estar quieto, esperando con fe y paciencia hasta que Él actúe. Es verdad que el Señor estuvo con José en la casa de Potifar, pero también estuvo con él en la cárcel. En la casa y en la cárcel, en la bendición y en la tribulación, en las buenas y en las malas su presencia estará contigo. Por lo tanto: “… Espera en el SEÑOR; porque en el SEÑOR hay amor inagotable…”, Salmo 130:7 (NTV).