Dios ESTÁ cuando más lo necesitas 6/6/2021 #1147

Episode 150,   Jun 07, 2021, 11:35 AM

Pastor José Luis Cinalli
6/6/2021
Dios ESTÁ cuando más lo necesitas
 
¿Recuerdas el juego de los barquitos? El desafío es hundir la flota naval enemiga. La batalla es real y los participantes son dos: el diablo y el creyente. El campo de batalla no es el agua, sino la mente y; el objetivo no es hundir barcos, sino destruir nuestro mayor capital espiritual: la comunión con Dios, la fe, la paz, la libertad y el amor. ¿Cuáles son las armas que el diablo utiliza para lograr sus objetivos?:
 
1)    La ofensa. La falta de perdón es el arma preferida del diablo para lastimar nuestra relación con Dios: Perdonenpara que Satanás no se aproveche… pues no ignoramos sus artimañas”, 2ª Corintios 2:10-11 (NVI). La falta de perdón deja al descubierto el estado espiritual deteriorado de una persona. Es imposible tener comunión con Dios mientras se guarda rencor en el corazón: “Si perdonas… tu Padre… te perdonará… Pero, si te niegas a perdonartu Padre no perdonará tus pecados, Mateo 6:14-15 (NTV). Cuando retenemos perdón el diablo alcanza nuestro mayor capital: la comunión con Dios y canta ‘averiado’. Y si perseveramos en no perdonar pronto cantará ‘hundido’. ¡Perdona aunque tu corazón no lo apruebe! ¡Perdona aunque no lo sientas! La falta de perdón aleja a Dios y también su bendición. Si no perdonamos Dios no contestará nuestras oraciones: “… Oren por cualquier cosa, y si creen, la recibirán… Pero cuando oren, perdonen a los que les hayan hecho algo, para que el Padre… les perdone a ustedes sus pecados…”, Marcos 11:24-25 (NT-BAD). Muchas personas y aun creyentes no quieren perdonar y guardan resentimiento en sus corazones. Es posible que sigan siendo hijos de Dios, pero la comunión con su Padre está arruinada. ¿Puedes entenderlo? La falta de perdón es un dique que detiene el río de la bendición de Dios para tu vida. ¿Has perdonado a todo el mundo? ¿Te resulta difícil hacerlo? Entonces reflexiona en el perdón que Dios te ha dado. ¿Recuerdas el día que estuviste delante del trono de Dios rogándole clemencia por la millonaria deuda que tenías con Él? ¿Recibiste o no misericordia y perdón? Claro que sí. Y si Dios te perdonó estás en el deber de perdonar, Colosenses 3:13. ¿Quién es esa persona que te lastimó, te debe dinero, te fue infiel, te acarició imprudentemente o te calumnió? Perdónala. Tú serás el primer beneficiado: te acercarás a Dios, su bendición se acercará a ti y serás libre de la amargura y la tristeza en la que estás. ¡El negocio es redondo!  
 
2)    Incredulidad. ¿Cómo hace el diablo para hundir nuestra fe? Nos llena de incredulidad. Jesús dijo que el diablo “no quiere que crean y se salven”, Lucas 8:12 (BLS). El trabajo favorito del diablo es hacernos dudar de Dios y de sus promesas. Nos habla mal de Dios todo el tiempo. Eso fue lo que hizo con Adán y Eva. Y parece que su vieja estrategia le sigue dando los mismos resultados hoy en día. ¡Con qué facilidad creemos sus ponzoñosas mentiras! “… Dios ha dicho: “Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré’, Hebreos 13:5 (NTV). Y eso debería ser suficiente. Cuando el diablo logra hundir nuestra fe quedamos lejos de Dios: “... Asegúrense de que ninguno de ustedes tenga un corazón... incrédulo que los aleje del Dios vivo, Hebreos 3:12 (NTV). El diablo hundió la fe de Moisés y éste murió antes de tiempo, Números 20:12. El diablo hundió la fe de los israelitas en el desierto y éstos no entraron a la tierra prometida: “… No pudieron entrar por causa de su incredulidad, Hebreos 3:19 (NVI). El diablo hundió la fe de Pedro y éste se hundió en las aguas del mar, Mateo 14:31. ¿Qué haremos para que el diablo no hunda también nuestra fe? Pasemos más tiempo escuchando a Dios y menos tiempo escuchando al diablo. Te aseguro que pronto la fe se cotizará más alto que las Criptomonedas.
 
3)    El miedo. ¿Cómo hace el diablo para robarnos la paz? Nos llena de temores. Miedo a perder el trabajo, a enfermarnos, a morir. Miedo al futuro, al rechazo o al fracaso. El miedo tiene el poder de arruinar los mejores planes de Dios para nuestras vidas. ¿No fue el miedo la razón por la cual Elías quedó en el banco de los suplentes? El miedo lo desplazó del lugar que Dios tenía para él, 1º Reyes 19:3-4. ¿Y qué me dices del pueblo de Israel? Tuvieron miedo y no entraron a la tierra prometida. ¡El miedo deshonra a Dios! “… Si no confían en El en todas las circunstancias de la vida… Dios no estará contento…”, Hebreos 10:38 (NT-BAD). Ahora bien, el miedo al diablo es el peor de todos los miedos. El diablo nos hace creer que estamos en sus manos y que puede hacer con nosotros lo que quiera, cuando quiera. Pero eso no es verdad. Tú no estás en las manos del diablo sino en las de Dios, por lo tanto, ¡estás seguro! Cristo venció al diablo y nos ha dado la victoria, 1ª Corintios 15:57. Nuestra victoria es total y definitiva gracias… a Jesucristo, Romanos 8:37 (CST). ¿Lo ves? El mundo demoníaco está a los pies de Jesús y también a los nuestros ya que Dios “nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”, Efesios 2:6. Nuestra posición como creyentes es ésta: ¡sentados con Cristo por encima de todo! Es cierto que el diablo nos odia con odio absoluto. Pero no te preocupes por eso. Si él pudiera hacer con nosotros lo que quisiera ya lo hubiera hecho. No olvides que: ¡Jesús venció y nosotros vencimos con Él! Jesús dijo: “Yo les he dado poder... para que derroten a Satanás, su enemigo”, Lucas 10:19 (TLA). Por lo tanto no tengas miedo. Vivirás en paz y protegido por Dios; dormirás confiado y lleno de esperanza, sin miedo a nada ni a nadie…”, Job 11:18-19 (TLA).
 
4)    La desobediencia. El arma preferida del diablo para hacernos perder la libertad es el pecado. Nos seduce a la desobediencia. Recuerda que la fe en Cristo nos hace libres, pero la obediencia nos mantiene en esa libertad: “Si el hombre bueno peca, su bondad anterior no le valdrá para seguir viviendo”, Ezequiel 33:12 (DHH). “Si decidimos seguir pecando después de conocer la verdad… solo nos queda esperar el juicio terrible…”, Hebreos 10:26-27 (PDT). La desobediencia nos lleva a ser esclavos nuevamente de Satanás y del pecado. ¡No le des el gusto! Tú y yo tenemos el poder para arruinarle el día al diablo. Vive de tal manera que Dios se alegre y que el diablo llore.
 
5) La mentira. El arma más efectiva del diablo para hacernos dudar del amor de Dios es la mentira. Adán y Eva creyeron la mentira del diablo, dudaron del amor de Dios, pecaron y perdieron todo. Antes que la muerte es la mentira y antes que la mentira, el mentiroso. El pasatiempo favorito del diablo es mentir y hablar mal. A Eva le habló mal de Dios y a Dios le habla mal de nosotros. El diablo nos hace dudar de Dios y de su amor. El diablo intentó sembrar semillas de dudas en el corazón de Jesús cuando lo tentó en el desierto y lo mismo hace con nosotros. Nos hace dudar acerca de nuestra filiación, nos hace sentir huérfanos. ¿Cuál es el mejor antídoto para que el diablo no nos haga dudar del amor de Dios? Los oídos cerrados. Sigue el ejemplo de Jesús que nunca quiso escuchar a los demonios. No dejes que te hablen porque te llenarán de dudas y tu mente se transformará en taller del diablo. El diablo es quien siembra de malos pensamientos nuestra mente. Eso no podemos evitarlo. Lo que sí podemos hacer es limpiar nuestra mente tan rápido como lleguen esos malos pensamientos, Jeremías 4:14. Según la Biblia la mente podría ser una cueva de víboras; un nido lleno de huevos de serpientes a quienes nosotros mismos podríamos estar incubando. No hay nada inofensivo e inocente en proteger los malos pensamientos, Isaías 59:5. Si no los expulsamos rápidamente pueden envenenar todo nuestro ser, Isaías 55:7. ¿Qué clase de pensamientos llegan a tu mente? ¿Son de dudas y temor? No es una sorpresa. A menudo enfrentamos fuertes presiones espirituales y grandes tormentos mentales. Como si una nube negra nos envolviera. No podemos pensar ni ver con claridad. Dudamos y desconfiamos de todos, incluso de Dios. No nos sentimos queridos ni apoyados. ¿Te has sentido alguna vez así? Entonces presta atención a lo que te diré: el que sembró esos pensamientos es el diablo. No asumas la responsabilidad por esos huérfanos espirituales. No te sientes sobre esa nidada de pensamientos basura. Dios es tu padre y tú eres su hijo. Eres hijo, eres amado y eres bendecido. Tú podrías decir: “… El SEÑOR me ha abandonado; el Señor me ha olvidado”, Isaías 49:14 (NTV). Y Dios te dirá: ¡Jamás! ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho? ¿Puede no sentir amor por el niño al que dio a luz? Pero aun si eso fuera posible, yo no los olvidaría a ustedes. Mira, he escrito tu nombre en las palmas de mis manos…, Isaías 49:15-16 (NTV). “Yo seré su Dios durante toda su vida… Yo… cuidaré de ustedes…”, Isaías 46:4 (NTV). “… ¡Yo no puedo abandonarlos!... ¡Mi gran amor por ustedes no me lo permite!”, Oseas 11:8 (TLA). “… No tengas miedo… Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán”, Isaías 43:1-2 (NTV). “… Confíen en el Señor… y se sentirán seguros; confíen… y todo les saldrá bien, 2º Crónicas 20:20 (DHH).