Bautizarse para ser salvos 24/9/2023 #1266
Episode 288, Sep 24, 2023, 08:36 PM
Pastor José Luis Cinalli
24/9/2023
Bautizarse para ser salvos
24/9/2023
Bautizarse para ser salvos
“… Vayan y hagan discípulos… bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo… y enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado…”, Mateo 28:19 (NTV, BAD).
Jesús ordenó hacer discípulos (cristianos) y dijo cómo hacerlo: “bautizándolos y enseñándoles a obedecer”. Entonces, ¡nadie puede ser discípulo de Jesús sin estar bautizado! Como verás:
1) El bautismo es esencial para la salvación. Jesús dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo…”, Marcos 16:16. El bautismo en agua es un acto tan solemne que fue el único mandamiento dado por Cristo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Mateo 28:19. Muchos creyentes afirman que el bautismo es solo un símbolo del nuevo nacimiento; una señal externa de la gracia interna. Denominaciones enteras dicen que el bautismo no salva, pero Pedro dice que sí salva: “… Dios nos salva por medio del bautismo…”, 1ª Pedro 3:21 (TLA). Por supuesto, el bautismo no es el único requisito para la salvación. Para ser salvos es necesario oír la Palabra (Romanos 10:17; Hechos 18:8; 1ª Corintios 1:21); creer que Cristo es el Hijo de Dios levantado de los muertos para nuestra justificación (Romanos 10:9); arrepentirse de los pecados (Lucas 13:5; Hechos 17:30); confesar a Cristo (Lucas 12:8; Romanos 10:10); bautizarse (Marcos 16:16; Romanos 6:3-4; Hechos 2:38) y obedecer a Dios (Juan 8:51; Mateo 7:21; Juan 3:36). El que hace todo esto nace otra vez (es regenerado), entra en el reino de Dios (Colosenses 1:13); es bautizado en un cuerpo (1ª Corintios 12:13); es agregado al Señor (Hechos 11:24) y a su iglesia, Hechos 2:47.
2) El bautismo es esencial para el perdón de los pecados. Si la persona no se arrepiente de sus pecados el bautismo es solo un baño que lava el cuerpo. Los que escucharon el evangelio anunciado por Pedro el día de Pentecostés le preguntaron qué hacer para ser salvos (Hechos 2:37), a lo que él les dijo: “… Deben arrepentirse de sus pecados y… ser bautizado… para el perdón de sus pecados…”, Hechos 2:38 (NTV). Si el bautismo no es para el perdón de los pecados tampoco lo es el arrepentimiento porque los dos verbos (arrepentirse y bautizarse) están conectados por la conjunción “y”. Ahora bien, Juan también predicaba “el bautismo… para perdón de pecados”, Marcos 1:4. Los que afirman que el bautismo debe ser administrado a los que ya son creyentes contradicen a Juan y a Pedro, pero sobre todo a Jesucristo quién dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo…”, Marcos 16:16. Por esta razón Ananías le ordenó a Saulo: “… Bautízate… para limpiarte de tus pecados…”, Hechos 22:16, (DHH L 2002). Saulo era un hombre celoso de las Escrituras. Oraba, ayunaba y había tenido una experiencia única con Jesucristo. Sin embargo, todo eso no le alcanzaba para ser salvo. ¡Tenía que bautizarse! El tema del bautismo ha dado lugar a muchas equivocaciones. Por ejemplo, el catolicismo enseña que los que no creen, como los bebés, son salvos si son bautizados. Otros enseñan que el que cree es salvo aunque no se bautice o se bautice después. Pero Cristo dijo que “El que creyere y fuere bautizado será salvo…”, Marcos 16:16. Si decimos que el bautismo no es requisito para la salvación estamos afirmando que los judíos a quienes Pedro les predicó el día de Pentecostés ya eran salvos. Observa las personas bautizadas en el N.T. Todos eran pecadores que creían el evangelio y se arrepentían de sus pecados. “… Los que creyeron… fueron bautizados…”, Hechos 2:41 (NTV). Cuando los samaritanos “… creyeron… se bautizaban…”, Hechos 8:12. El mismo día en que el eunuco creyó “… Felipe lo bautizó”, Hechos 8:38 (TLA). Después de su encuentro con Jesús Saulo fue inmediatamente bautizado, Hechos 22:16. Lo mismo sucedió con Simón (Hechos 8:13), Lidia (Hechos 16:15), y con el carcelero de Filipo, Hechos 16:33. Cuando Crispo y muchos otros corintios oyeron “la palabra, creían y se bautizaban”, Hechos 18:8 (N-C). El caso de los efesios no fue diferente: “al oír… se bautizaban…”, Hechos 19:5 (N-C). Como verás la gente se bautizaba inmediatamente después de creer y arrepentirse de sus pecados. Esto significa que los predicadores demandaban el bautismo para el perdón de los pecados (Hechos 2:38) porque el bautismo salva, 1ª Pedro 3:21.
Nota. Ya que el bautismo es para el perdón de los pecados arrepentidos los niños pequeños no necesitan ser bautizados. Cristo murió por pecadores, los infantes no son pecadores (Mateo 18:3; 19:14), no están perdidos, no necesitan salvación. Los niños no nacen con pecados, porque el pecado es la transgresión de la ley (1ª Juan 3:4) y tampoco heredan los pecados de sus padres, Ezequiel 18:20. Entonces los que fueron ‘bautizados’ por aspersión cuando eran bebés deben bautizarse bíblicamente al llegar a una edad responsable porque el que ‘se bautizó’ como infante no oyó el evangelio, no lo entendió, no lo creyó, no se arrepintió (no tenía pecados), no confesó y no fue sepultado y resucitado. La Biblia no dice a qué edad se debe bautizar una persona. Habla de tener fe, arrepentirse y confesar los pecados. Si la persona entiende esto y pide ser bautizada, debe ser bautizada.
3) El bautismo es esencial porque pone a la persona en comunión con Dios. “… Cuando fueron bautizados… quedaron unidos a Cristo…”, Gálatas 3:27 (TLA); Romanos 6:3. “… Bautícenlos para consagrárselos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo”, Mateo 28:19 (NBE). El que se arrepiente y se bautiza “recibirá el… Espíritu Santo”, Hechos 2:38 (NTV).
4) El bautismo es esencial porque coloca a la persona en el cuerpo de Cristo, no en una denominación humana: “… Todos hemos sido bautizados… para formar parte de un solo cuerpo… una sola iglesia”, 1ª Corintios 12:13 (PDT, TLA); Efesios 1:21-22. “Los… bautizados… fueron añadidos a la iglesia…”, Hechos 2:41 (RV 1862). “Y el Señor añadía… a la iglesia los que… iban siendo salvos”, Hechos 2:47 (RV60 y NTV); Hechos 26:18.
5) El bautismo es esencial mientras sea en agua. La palabra “bautizar” significa sumergir o zambullir. El bautismo ordenado por Cristo en la Gran Comisión requiere agua (Hechos 10:47), mucha agua (Juan 3:23), bajar al agua (Hechos 8:38); una sepultura (Romanos 6:4; Colosenses 2:12; Hechos 8:36); una resurrección (Colosenses 2:12); cuerpos lavados (Hebreos 10:22) y subir del agua, Mateo 3:16; Hechos 8:39. Somos salvados de la misma manera que lo fue Noé y su familia. “… En los días de Noé… ocho personas, fueron salvadas por medio del agua… Esa agua representaba a la que ahora usamos para el bautismo, por medio del cual Dios nos salva. El bautismo… no es para limpiar nuestro cuerpo, sino para… que nos limpie de pecado… Y Dios nos salva por medio del bautismo…”, 1ª Pedro 3:20-21 (NBLH, TLA). Así como el agua salvó a Noé y a su familia ahora nos salva a nosotros, 1ª Pedro 3:21. El bautismo salva. Se lo puede decir más alto, pero no más claro.
6) El bautismo es esencial porque Jesús lo ordenó. “… Vayan y hagan discípulos… bautizándolos…”, Mateo 28:19 (NTV); Hechos 10:48. El bautismo no es una mera ceremonia exterior, no quita solo la suciedad del cuerpo físico sino que lava los pecados: “… Cristo… dio su vida por ella (la iglesia)… limpiándola… por medio del agua del bautismo…”, Efesios 5:25-26 (TLA, MN). “Nuestro Salvador... nos ha salvado… mediante el bautismo regenerador…”, Tito 3:4-5 (MN). Cuando la persona se bautiza es purificada de sus pecados y nace de nuevo. ¿Lo ves? ¡La vida nueva comienza después del bautismo! “… Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a… una vida nueva”, Romanos 6:4 (TLA, BAD); Colosenses 2:12. ¿Es entonces el bautismo un mero acto simbólico? Claro que no. Jesús le dijo a Nicodemo: “… Te aseguro quien no nace de lo alto (o de nuevo), no puede ver el reino de Dios… Quien no nace de agua y de espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”, Juan 3:3-5 (BSA). Jesús dijo que del agua y del Espíritu se efectúa la conversión o el nuevo nacimiento. ¿Y qué del ladrón penitente que fue al paraíso sin ser bautizado? Se salvó al igual que Moisés, Elías (Mateo 17:3), Abraham, Isaac y Jacob, Mateo 8:11. El ladrón no fue bautizado porque la orden de bautizarse todavía no había sido dada. Jesús ordenó el bautismo para el perdón de los pecados después de su resurrección (Mateo 28:19, Marcos 16:15-16) y fue enseñada por primera vez en el día de Pentecostés, Hechos 2:38. El ladrón vivió y murió bajo el viejo pacto. Vivió y murió bajo la ley de Moisés que fue clavada en la cruz, Colosenses 2:14.
Conclusión. “Los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios… al no ser bautizados por Juan”, Lucas 7:30 (LBLA). Los que no aceptaron “el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados” (Marcos 1:4; Lucas 3:3) rechazaron los designios de Dios. Si el Espíritu Santo fue tan rígido con aquellos que rechazaron el bautismo de Juan, imagina lo serio que es rechazar el bautismo enseñado por Jesús en la Gran Comisión, Mateo 28:19.