¿Lo dejo o no lo dejo? La decisión más importante de la vida 13/9/2020 #1109

Episode 112,   Sep 14, 2020, 03:31 PM


 Pastor José Luis Cinalli
13/9/2020
¿Lo dejo o no lo dejo? La decisión más importante de la vida
 
“… Hoy les he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Yo les aconsejo… que elijan la vida y que amen a Dios y lo obedezcan siempre, Deuteronomio 30:19 (TLA).
 
Una de las principales rutas que une el norte con el sur de la Argentina atraviesa la provincia de la Pampa. A esa altura existe un cartel que indica una bifurcación de caminos. Por cualquiera de las rutas que se tome se llega al mismo destino, solo que una es más rápida porque está en mejores condiciones. La otra ruta es más corta pero se pierde mucho tiempo esquivando pozos además de que compromete la seguridad del viaje. Aunque parezca mentira no son pocas las personas que la transitan aun cuando sus propios ojos contemplan vehículos destrozados exhibidos como una prueba indubitable de que la ruta es potencialmente letal. Algo parecido sucede en el mundo espiritual. Dios dijo: “Voy a poner frente a ustedes dos caminos entre los que tendrán que elegir: el camino de la vida y el camino de la muerte, Jeremías 21:8 (PDT). La gran diferencia entre un camino y el otro es el destino. Uno te lleva al cielo y el otro al infierno: “… La carretera al infierno es amplia… y angosto el camino que conduce a la vida…”, Mateo 7:13-14 (NTV y NVI). Son pocas las personas que se detienen a reflexionar acerca del camino a tomar. “… Deténganse... pregunten por el camino antiguo... y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma…’”, Jeremías 6:16 (NTV). En general las personas no siguen el consejo de Dios y toman el camino más corto. ¡Pésima decisión! “… Deben elegir qué prefieren. ¿Quieren que les vaya bien, o quieren que les vaya mal? ¿Quieren tener vida, o prefieren la muerte?…”, Deuteronomio 30:15 (TLA). Tienes derecho a escoger el camino más corto pero recuerda que su destino es trágico: Delante de cada persona hay un camino que parece correcto, pero termina en muerte”, Proverbios 14:12 (NTV). Piensa bien. Decidir qué ruta tomar para llegar a la Patagonia no tiene mayores consecuencias, pero elegir mal el camino a la eternidad tiene el potencial de arruinarte para siempre.   
 
Dios pregunta: “… ¿Quieren que les vaya bien, o quieren que les vaya mal?... Hoy te doy a elegir entre… la vida y el éxito, o la muerte y el desastre, Deuteronomio 30:15 (TLA y PDT). La pregunta parece absurda. ¿Quién elegiría el camino del desastre y la muerte? Sin embargo millones de personas caen literalmente al infierno cada día por haber escogido ese camino. ¡Cuántos creyentes que un día transitaron por el camino de la vida hoy lo hacen por el camino de la muerte! ¿Qué hace que el camino de la muerte sea tan deseado? ¿Por qué la gente prefiere tomar un camino que le trae dolor, sufrimiento y lágrimas? Aunque el ‘cartel indicador’, es decir la Biblia, señala que la ruta está dinamitada y es mortal la gente la toma igual. ¿Por qué? Porque no creen que sea cierto lo que dice el ‘cartel’. En el Edén también se exhibía una advertencia muy clara: “… Del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas… morirás, Génesis 2:17 (NVI). Adán y Eva subestimaron la advertencia, creyeron las palabras de la serpiente de que no morirían (Génesis 3:4) y comieron del fruto. ¿Y qué palabra se cumplió? ¿La de Dios o la de la serpiente? Si el ‘cartel’ indicador dice que el camino de la desobediencia acarrea sufrimiento, entonces habrá sufrimiento. Observa la evidencia histórica. Dios le dijo a su pueblo: “Si te niegas a escuchar al SEÑOR… y no obedeces… caerán sobre ti… maldiciones…Vayas donde vayas y en todo lo que hagas serás maldito. El… SEÑOR te enviará maldiciones… hasta que por fin quedes totalmente destruido por hacer lo malo y por abandonarme, Deuteronomio 28:15-20 (NTV). ¿Y qué sucedió? El pueblo eligió el camino de la desobediencia y Dios cumplió su palabra: “… Una maldición consume la tierra… La ciudad se retuerce en el caos… y la alegría ha sido expulsada de la tierra, Isaías 24:6-11 (NTV). Además el ‘cartel indicador’ exhibido al inicio del camino de la desobediencia preveía las siguientes desgracias: a) Pestes (Deuteronomio 28:22) y eso fue lo que ocurrió: “Arruiné sus cultivos y viñedos con plaga… la langosta devoró todo…”, Amos 4:9 (NTV). B) Sequía (Deuteronomio 28:24) y “… el SEÑOR… detuvo la lluvia…”, Jeremías 14:1 (NTV). C) Derrota frente al enemigo (Deuteronomio 28:25-33) y cuando desobedecieron “El Señor se enojó… dejó que sus enemigos los gobernaran… y bajo su poder fueron humillados, Salmo 106:40-42 (PDT). D) Calamidad (Deuteronomio 28:29) y “… el SEÑOR mandó contra Judá bandas de saqueadores… a fin de destruirla… Estas calamidades… sucedieron… por orden del SEÑOR…”, 2º Reyes 24:2-3 (NTV). E) Cautiverio (Deuteronomio 28:36) y “...el rey Nabucodonosor se llevó cautiva a toda la población… ”, 2º Reyes 24:14 (NTV). F) Hambre (Deuteronomio 28:53) y ocurrió: “¡Destruida ha quedado Jerusalén! ¡Hasta las madres… cocinan a sus propios hijos para alimentarse con ellos!, Lamentaciones 4:10 (TLA). Todo lo que el ‘cartel’ de la desobediencia decía que le iba a suceder a quien escogía ese camino sucedió. Aprendamos la lección: la desobediencia atrae maldición: “Los malos serán trasladados al infierno, todas las gentes que se olvidan de Dios”, Salmo 9:17 (RV 1909). No es desconocido el hecho de que la voz de la serpiente se escuche junto al ‘cartel indicador’ al inicio de la ruta de la desobediencia para convencer a los viajeros de que lo que dice el cartel no sucederá. ¿A quién le creerás? Recuerda que todo lo que Dios dijo que sucedería, sucedió. ¿Por qué sería diferente hoy en día con nosotros?  
 
Ahora bien, así como el ‘cartel’ al inicio de la ruta de la desobediencia advierte acerca de los peligros de transitar por esa ruta, el camino de la obediencia también tiene un ‘cartel’ que promete bienestar y vida eterna para quienes escojan viajar por ella: “… Tus ordenanzas… dan vida a quienes las obedecen, Nehemías 9:29 (NTV). “…Tendrás éxito si obedeces… las ordenanzas del SEÑOR…”, 1º Crónicas 22:13 (NTV); 1º Reyes 2:3. “… Obedece… para que prosperes en todo lo que hagas, Deuteronomio 29:9 (NTV). “Si… ponen toda su atención en la Palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices en todo lo que hagan…”, Santiago 1:25 (TLA). “Obedece sus… mandamientos… para que… prosperen, y… vivan mucho tiempo…”, Deuteronomio 4:40 (PDT). “El SEÑOR… te ordena obedecer todos sus decretos y ordenanzas… Si lo haces… recibirás alabanza, honra y fama…”, Deuteronomio 26:16-19 (NTV). Si obedeces al SEÑOR… vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás bendito. El SEÑOR vencerá a tus enemigos… El SEÑOR te asegurará bendición en todo lo que hagas… El SEÑOR tu Dios te bendecirá… y te dará prosperidad, Deuteronomio 28:2-11 (NTV). Todas estas maravillosas promesas están disponibles para quienes decidan transitar por el camino de la obediencia. La obediencia es el secreto de la verdadera prosperidad.
 
¿Deseas ser una persona bendecida? Necesitas tener fe. ¿Deseas conservar la bendición recibida? Necesitas obedecer a Dios. Las bendiciones se reciben por medio de la fe pero se conservan por medio de la obediencia. Déjame darte un ejemplo. La tierra prometida era un regalo de Dios para su pueblo: “Ha llegado el momento de… entrar en la tierra que les doy… desde el desierto… al sur, hasta las montañas del Líbano, al norte; desde el río Éufrates… hasta el mar Mediterráneo…”, Josué 1:2-4 (NTV). Los límites asignados por Dios sobrepasaban en mucho a la heredad repartida, Josué 13 al 19. Ellos poseyeron menos de lo que Dios les prometió. ¿Por qué no se cumplió la promesa de Dios? Porque el cumplimiento dependía de que Israel actuara con fe. Dios les dijo: “Yo les entregaré… todo lugar que toquen sus pies”, Josué 1:3 (NVI). La falta de fe hizo que Israel se privara de toda la bendición. Sucede exactamente lo mismo con nosotros. El motivo principal por el que no nos apropiamos de todas las bendiciones reservadas por Dios para nosotros es la falta de fe. Los israelitas no solo no consiguieron poseer toda la tierra sino que la que poseyeron luego la perdieron. ¿Por qué? Por desobedientes. Las bendiciones están condicionadas a nuestra obediencia. La tierra prometida sería siempre posesión de Israel si obedecían a Dios; de lo contrario, Dios les quitaría el regalo. Y eso fue lo que sucedió, 2º Reyes 24:14. Reflexionemos acerca de nuestro comportamiento. Cuántas personas acuden a Dios por una bendición y luego de recibirla se olvidan de Él. No se los ve en la casa del Señor agradeciendo el favor recibido. No se los ve en el frente peleando las batallas del Señor. Cuidado porque la ingratitud es algo que a Dios no le agrada. Además, vuelven al camino de la desobediencia comprometiendo la bendición recibida. El título del mensaje dice: “¿Lo dejo o no lo dejo? La decisión más importante de la vida”. ¿Qué es lo que debemos decidir dejar o no dejar? El camino de vida. ¿Qué decisión tomarás? Si nunca transitaste por el camino de la obediencia que trae vida te invito a que lo hagas y, si estás en él no lo abandones. Dios mismo nos permite elegir aunque nos da su consejo: “… Hoy les he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Yo les aconsejo… que elijan la vida y que amen a Dios y lo obedezcan siempre, Deuteronomio 30:19 (TLA).